Alasdair Fraser & Natalie Hass
Estilo: Folk
Desde 2007 el violinista escocés Alasdair Fraser y la chelista californiana Natalie Haas exploran la música tradicional escocesa y las nuevas posibilidades de la fusión de sus respectivos instrumentos.
Alasdair Fraser nació en Clackmannan (Escocia) y empezó a tocar el violín a los 8 años, animado por toda una familia de músicos. Se licenció en físicas por la Universidad de Edimburgo y trabajó como petrofísico hasta 1985, año en el que decidió dedicarse plenamente a la música. Ha obtenido reconocimiento internacional como principal intérprete, artista discográfico y profesor de la rica tradición violinística de su Escocia natal.
Aclamado por el periódico Examiner de San Francisco como el “Michael Jordan del violín escocés”, Alasdair Fraser lleva editados bajo su nombre, y con gran éxito de crítica, numerosos discos y vídeo en directo en su propio sello: Culburnie Records.
También se han incluido composiciones e interpretaciones suyas en recopilatorios celtas y de "new age" de gran venta (Celtic twilight, Celticlullabies, Narada Wilderness collection, Celtic Odissey y The Road North) y su violín suena en películas como ‘El último mohicano’, ‘Wyatt Earp’ o ‘Titanic’.
En 2004 Alasdair presentó un nuevo exquisito dúo junto a la violonchelista Natalie Haas, con la que publicó el brillante álbum ‘Fire and Grace’ y dos volúmenes del ‘Legado del Violín Escocés’ que fueron un éxito. Luego llego ‘In The Moment’ y en 2011 se publicó el tercer disco del dúo, ‘Highlander’sFarewell’ con doce más un tema que recuperan los mejores temas de la tradición escocesa.
Juntos, Alasdair y Natalie son capaces de explorar al mismo tiempo el sonido más tradicional y las nuevas posibilidades de la fusión violín/cello en una propuesta absolutamente exquisita. “El cello ha sido siempre el corazón rítmico de la música popular escocesa”, dice Fraser, “y Natalie Haas es la compañera perfecta: nos complementamos, nos sumergimos en el territorio del otro, sentimos y vibramos juntos. Liberamos el cello de su atadura orquestal, para dejar que su ritmo se exprese junto a la melodía del violín”.