Hay grupos difíciles de etiquetar y The Allah-Las es uno de ellos. Porque a la banda de San Francisco la vinculan con el rock psicodélico y con la onda sesentera, pero, siendo eso cierto, tampoco hay duda de que su sonido es más contemporáneo ni de que bebe de otras fuentes. Del country-rock, por ejemplo, o de lo que llaman Americana cuando se refieren a la mezcla de esos dos elementos con el folk. O hasta se les emparenta con el surf y el rock and roll a secas. En suma, The Allah-Las son eclécticos y no le hacen ascos a nada que pueda sonar bien.

Se formaron en 2008 en la ciudad estadounidense de San Francisco, lo cual bien podría explicar algunas de sus numerosas influencias. El cuarteto lo integran desde el principio Miles Michaud (voz y guitarra), Pedrum Siadatian (guitarra y voz), Spencer Dunham (bajo y coros) y Matthew Correia (batería). Arrancaron tres años después con un single producido por Nick Waterhouse, uno de los exponentes del revival rocanrolero del país, pero su puesta de largo llegó en 2012 con el excepcional ‘Allah-Las’, también producido por Waterhouse y que causó sensación por lo antes mencionado, por esa capacidad de aunar estilos y sacarle partidos a todos y cada uno de ellos.

‘Worship the sun’, lanzado en 2014, fue una más que digna reválida y ‘Calico review’ (2016) tampoco se quedó atrás en lo que finalmente es siempre lo más importante: la calidad de las canciones. El grupo, a esas alturas, ya tenía una creciente legión de admiradores en Estados Unidos y su música también calaba al otro lado del Atlántico, aunque The Allah-Las nunca se han acercado demasiado a los primeros lugares de las listas de éxito.

A su aire, sin presiones de grandes discográficas –sus dos primeros discos los sacaron con Innovative Leisure Records y el tercero con otra independiente Mexican Summer- en 2019 el grupo publicó su cuarto álbum, el más que interesante ‘LAHS’, también en Mexican Summer. En 2023 han anunciado la edición de un quinto trabajo, que lleva por título ‘Zuma 85 y en el que optan por autoeditarse a través de su sello, Calico.