Aunque, para casi todos, el nombre de Ana Torroja estará siempre asociado al de Mecano, el grupo en el que militó durante su década larga de existencia, lo cierto es que la cantante madrileña ha desarrollado con posterioridad una carrera en solitario bastante interesante, plasmada en seis álbumes y que no sólo ha tenido repercusión en España e Iberoamérica, donde Mecano son dioses, sino también en Francia, país que también se rindió a los pies del recordado trío.

‘Puntos cardinales’ supuso, en 1997, el punto de partida de su trayectoria, cuando Mecano apenas tenía actividad pero oficialmente seguía en activo. Un año después, ante la sorpresa de todos, José María Cano anunció su marcha, que en la práctica supuso la disolución del trío porque, sólo con dos patas, no tenía sentido seguir.

En sus primeros pasos sin sus acompañantes habituales, Ana Torroja contó con la complicidad y la ayuda de Miguel Bosé, con quien hizo una exitosa gira en el año 2000. También tuvo éxito con ‘Frágil’, su tercer largo, que fue nominado a los Grammy, y sus apariciones siempre eran esperadas porque tarde o temprano, en sus conciertos, sonaban canciones de su anterior banda. De hecho, levantó mucha expectación su participación, en el año 2007, en un concierto solidario en el que interpretó tres canciones junto a Nacho Cano, el otro pilar de Mecano. José María no apareció.

Resignada a que la vida tenía que seguir, sobre todo después de un terrible accidente de circulación en el que salió aún peor parada la actriz y modelo Esther Arroyo, Ana Torroja ha seguido editando canciones y discos.

No debió ser casual que el álbum que entregó en 2021 para la discográfica Ocesa Seiltrack llevara por título ‘Mil razones’, porque a ella le quedan todas esas para seguir, guiñando a veces un ojo a la nostalgia, porque es inevitable y porque en el fondo ella sabe que se lo debe todo a Mecano, pero dispuesta a aportar, a no ser sólo “la que fue cantante de…”