Antílopez
Hay algunos aristas que escogen nombres realmente afortunados y éste es un buen ejemplo. ¿Se trata de un juego de palabras con el nombre del animal y el apellido más común de España, con permiso de los García, o bajo ese alias se esconde una banda de feroces militantes contra todos los López?
La tilde en la í parece revelar lo primero, pero es que la cosa va más allá. El dúo onubense confiesa que un Antílopez es la parte superior de un antílope y la cola de un pez. Así se las gastan Félix López García y Migue Márquez, que llevan en la música desde aproximadamente 2007 para, según proclaman, de ser “el relevo natural de Sabina, Krahe o el mejor Kiko Veneno”, mezclado todo ello “con el absurdo inteligente de La Trinca o Faemino y Cansado, el virtuosismo de Les Luthiers y el savoir faire de Lina Morgan”. No se descarta que en esa autodefinición haya un poco de ironía onubense.
Su estilo, que ellos mismos han bautizado como Chiripop Absurdo Depresivo con Catarsis Tragicómica, se ha plasmado hasta ahora en cuatro discos, todos ellos con nombres ingeniosos: ‘Por desamor al arte’ (2013), ‘Desprendimiento de rutina’ (2015), ‘Dibujo libre’ (2018) y ‘Mutar fama’ (2021).
A pesar de todo lo anterior, no son una banda bufa. Lo suyo va más allá de ese típico chiste facilón que ya no hace gracia a la tercera vez. Hay cierta carga de profundidad y abundante crítica social en sus canciones, que se hace más palpable aún en unos espectáculos en directo en los que no dudan en improvisar y hacer partícipes a los espectadores.
Ellos mismos dicen que su directo es “único” y esa afirmación la comparte un cada vez más nutrido grupo de seguidores, no sólo en Andalucía sino también en el resto de España, donde gozan de más visibilidad desde su aparición en programas como ‘Un país para escucharlo’, que conducía Ariel Rot, o ‘Late motiv’, de Andreu Buenafuente.