Bertín Osborne
Estilo: Música ligera
Cantante, presentador de televisión y, ocasionalmente, actor de teatro. Podría ser así como se describiera Norberto Juan Ortiz Osborne en una tarjeta de presentación. A sus 68 años, este madrileño de nacimiento y andaluz de vocación ha hecho casi de todo en el mundo del espectáculo y, aunque no le faltan detractores, lo cierto es que no pocos pueden presumir de una carrera exitosa que se ha prolongado por espacio de cuatro décadas.
Él ha contado muchas veces que fue un pésimo estudiante y que lo que quería no era ser ingeniero agrónomo, aunque se matriculó para ello, sino cantar música country, cosa que hizo en discotecas de poco renombre y a cambio de no mucho dinero.
Debió ser en una de ellas donde algún ejecutivo discográfico le convenció para que se dejara de camisas de cuadro, se pusiera un traje y una corbata y se pasara al género melódico. Debutó en 1980 y canciones como “Amor mediterráneo” le abrieron las puertas del estrellato. Desde entonces no se les han cerrado.
“Tú, sólo tú” o “Noa Noa”, esta última a dúo con Massiel, fueron temas de gran repercusión en los años ochenta. Bertín Osborne se convirtió progresivamente en un personaje habitual en los programas musicales de entonces y, seguramente por su desparpajo y su buen manejo delante de una cámara, le propusieron compaginar su faceta de cantante con la de presentador televisivo.
Ha estado al frente de programas como Contacto con tacto, Lluvia de estrellas -en el que también interpretaba la canción que servía como sintonía- , Gran Prix Ankawa y, más recientente, Mi casa es la tuya, donde mostró sus dotes como anfitrión, como entrevistador heterodoxo y su poca mano en los fogones. Por no hablar de su torpeza con la vitrocerámica, que se convirtió en su archienemiga.
Pero nunca se ha desvinculado de la música. Le ha dado a la música mexicana en discos como “Corazón ranchero” y ha tratado de emular a clásicos como Sinatra en “Crooner”. Hasta la fecha lleva ya publicados 21 álbumes y sigue en la brecha, alternando sus actuaciones como cantante con otras en las que le acompaña su amigo el humorista para representar comedias ligeras como “Mellizos”, bien recibidas en taquilla.