La fórmula lleva funcionando años y años: guitarras contundentes sobre melodías de pop acelerado, próximo al punk pero ejecutada de manera más pulcra, se diría que más apropiada para las radiofórmulas. Es la que ha utilizado desde 1992 el grupo estadounidense Blink 182 y la que le ha valido para vender 50 millones de copias de sus ocho álbumes, de ellas 13 millones en su país de origen. Y como les ha ido bien, no han visto motivos para cambiarla, excepto quizás para complementar su sonido de vez en cuando con algunos toques de teclados y poco más.

Influidos por lo que estaban haciendo grupos como Green Day o The Offspring, otros exitosos estandartes del punk-pop, Blink 182 arrancaron su carrera discográfica en 1994 con ‘Cheshire cat’, grabado con la independiente Cargo Records, que les hicieron ganar adeptos en su principal zona de influencia, California. Por entonces el grupo se hacía llamar Blink, pero una disputa con una formación irlandesa de nombre similar les hizo ponerse la coletilla numérica que les ha marcado desde entonces.

Mark Hoppus (voz, guitarra, bajo) y Tom DeLonge (voz, guitarra y posteriormente también teclados) dirigieron al grupo hasta el éxito masivo, que les llegó en 1999 con el disco ‘Enema of the State’, que despachó nada menos que 12 millones de copias. El grupo sonó en todas partes, llegó a hacer un cameo en la película ‘American pie’ y, para resumir, el dinero entró a espuertas, cosa que no siempre es fácil de gestionar.

En un intento de darle más seriedad a su proyecto, Hoppus y DeLonge sumaron fuerzas para grabar en 2003 un disco homónimo, de más largo recorrido y con un sonido más experimental, aunque sin salirse del todo del carril. Colaboró en él Robert Smith, el cantante y líder de The Cure, pero el álbum no sólo no vendió como los anteriores sino que provocó demasiados roces entre los dos líderes de la banda, hasta el punto de que en 2005 Blink 182 anunció su separación.

Los amigos lo retomaron en 2009, no obstante, y desde entonces han grabado otros tres álbumes, el último de ellos registrado en 2019 con el título de ‘Nine’ (Columbia Records), con los que han vuelto a su sonido primigenio, si bien de vez en cuando se permiten algunas lúcidas licencias como grabar temas en formato acústico.