Sería injusto referirse a Chris de Burgh como un ‘one hit wonder’, como un artista que consiguió un éxito extraordinario y al que sólo se le recuerda por ello. Es cierto que ‘Lady in red’ fue número uno en Estados Unidos y otros muchos países, pero recordar únicamente ese dato implica olvidarse de que tiene 33 discos publicados y que ha colocado otras veinte canciones en buenas posiciones de los charts.

Nació en 1948 en Argentina, pero eso fue casi un accidente, porque su padre era diplomático británico y esa es la nacionalidad que él ostenta. Pasó su juventud en países como Malta, Zaire o Nigeria, fue un estudiante modelo y nada hacía presagiar que se dedicaría a la música. Era, como se suele decir, un privilegiado.

Pero la avispa musical es lo que tiene, que te pica y ya no hay quien te quite el aguijón. En 1974 dio sus primeros pasos como cantautor y un año más tarde publicó su primer álbum. Ese y los que hizo en la década de los setenta y a principios de los ochenta tuvieron un relativo éxito en Europa, pero fue en 1986 cuando triunfó a lo grande con la mencionada ‘Lady in red’, una balada que sigue sonando por todas partes.

Su última referencia discográfica data de 2018, se llama ‘A better world’ y fue editada por Rockware LTD. Desde entonces no ha vuelto a pisar un estudio de grabación, pero continúa haciendo giras en las que presenta un ramillete de canciones agradables de un estilo a medio camino entre el pop y el Rock Orientado a Adultos (AOR en inglés) que tantos adeptos tiene en los Estados Unidos.