Ed Maverick
Estilo: Pop-rock/Indie
De México llega mucha música folclórica, pero también han surgido de ese país artistas que, aun respetando la tradición en mayor o menor medida, han sabido también buscarse un camino al margen de ésta. Julieta Venegas es un caso claro. Maná y Molotov, dos más. Y Ed Maverick se suma a esa lista de heterodoxos con un cancionero casi desnudo, a menudo armado sólo con su voz y su guitarra.
Lo suyo son las canciones de amor y desamor que él mismo compone. Su tono suele ser romántico y un punto triste. Con esos temas parece dirigirse directamente al oyente, es su interlocutor directo y le interpela con un lenguaje a menudo explícito, casi íntimo. Le está funcionando bien: a sus 22 años, es una estrella en su país y publicaciones como Rolling Stone han incluido discos suyos entre los mejores del año entre los editados en español.
Su primer disco se titula ‘Mix pa’ llorar en tu cuarto’ y salió en 2018 con la independiente Eidan Box, aunque en vista de su éxito, Universal lo reeditó pocos meses después. Contenía sus dos primeros hits, ‘Fuentes de Ortiz’ y ‘Acurrucar’, y llegó sin problemas al número dos de los más vendidos en su país. La sencilla, casi espartana, puesta en escena de sus conciertos no impidió que las entradas literalmente volaran en grandes escenarios como el Teatro Metropolitan de Ciudad de México.
La reválida llegó en 2019 con ‘Transiciones’, también en Universal Music, con letras todavía más personales e incluso con cuatro interludios en los que el artista comentaba de forma resumida cómo valoraba lo que le estaba pasando a su vida a cuenta de su éxito musical. Sólo necesitó un fin de semana para grabarlo, lo que vienen a significar que casi es un directo en un estudio.
Su tercer álbum, ‘Eduardo’ (2021, Universal), le ha acercado al público de otros países. Sobre todo al español, gracias a su colaboración con C. Tangana en ‘El madrileño’ o a su intervención en el festival La mar de músicas de Cartagena, donde un jurado compuesto por periodistas de la Asociación Cultural Paco Martín le premió por hacer “canciones que deslumbran por su sensibilidad, sencillez y naturalidad”. Esas son sin dudas sus armas. A veces, para dar en la diana sólo basta con eso.