Aunque parezca mentira, en España se hacía música de vanguardia a principios de los años ochenta, no todo era movida madrileña. Aunque siempre fue un grupo que pasó desapercibido para el gran público, Esplendor Geométrico sí que se ganó desde su nacimiento el estatus de banda de culto, más venerada por cierto en el extranjero que en su propio país.

Nacieron en 1980 como una escisión de Aviador Dro y su líder desde el principio ha sido Arturo Lanz. Por la formación han pasado varios músicos pero sólo él permanece desde el principio y ahora su único acompañante es Saverio Evangelista.

Lo suyo es difícil de definir, aunque les podría venir bien la etiqueta de música industrial, un género entroncado con la electrónica aunque con menos uso (aún) de instrumentos convencionales. Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire o los primeros Kraftwerk fueron algunos de los primeros exponentes de este estilo, refractario por lo general a las listas de éxitos.

A lo largo de más de cuarenta años, Esplendor Geométrico ha lanzado una treintena de referencias discográficas y continúa por su camino de siempre, alejado de las modas y de cualquier cosa que suene a convencionalidad. Aunque, como su propio líder dice, lo suyo, al final, no es tan raro. “No sé componer melodías pero en cierto modo, lo que hacemos tiene un aspecto melódico”.