La banda vizcaína Feline presenta su primer album homónimo, publicado en vinilo por Family Spree Recordings. Un disco con multitud de influencias, empezando por la que evoca al nombre de la banda, el disco del mismo nombre de los Stranglers, pero difícilmente encasillable.

Sonidos con las raíces en el punk, en general en su vertiente más oscuro, rodeados de un espíritu enrabietado plasmado en letras obsesivas (en inglés, con un par de temas en euskera), que en numerosos episodios del disco recorren el corto espacio que le separa del afterpunk, donde destaca la presencia obsesiva de los riffs de órgano, que contribuyen a la generación de una atmósfera intensa e hipnótica.

Grabado en los estudios Silver Recordings de Martín Cápsula en Bilbao, con quienes ya han compartido escenario.