Los Gatos Locos se formaron en Barcelona a mediados de los ochenta y por un tiempo disfrutaron de las mieles del éxito gracias a un contrato con el sello Grabaciones Accidentales, GASA, uno de los más activos de La Movida y conocido por sus grupos de tendencia artie, como Décima Víctima, Esclarecidos o Derribos Arias, además de por licenciar a otros foráneos como Paul Haig, Anna Domino o el mismísimo Wim Mertens.

En ese escenario tan alejado del mundillo rockabilly acogieron a unos Gatos Locos que publicaron sus primeros álbumes en 1986 y 1987 con buenos resultados para la compañía, pues del primero, “Prende Una Vela Por Mí”, llegaron a vender 20.000 copias, y con el cuarto, “Cruce de Caminos”, de 1991 lograron el disco de oro.

La dispersión que vivió el pop español durante la segunda mitad de los ochenta, y la irrupción del primer indie con la llegada de los noventa, hizo que muchas corrientes quedaran sepultadas y fuera de los focos, pero Gatos Locos, y especialmente su vocalista Fernando Lavado, continuó fiel a su pasión por el rockabilly, y durante estos treinta años ha editado con el grupo once álbumes y otros tantos singles.

La última formación, estable desde 2011, la componen con Lavado los hermanos David y Santi Lluch. En ese formato de trío ha entregado sus dos últimas referencias, “Canciones en el Bolsillo” (Temps Records, 2012) y “En Medio De Ningún Lugar” (La Familia Management, 2014), y con sus nuevas canciones como base de su repertorio siguen girando dejando constancia de la salud que aún conserva un grupo de los ochenta.