Fundador de Dusminguet y alma de La Troba Kung-Fú, Joan Garriga es una figura clave para entender la evolución de la rumba catalana y la música popular hecha en Catalunya durante el siglo XXI. Tras componer e interpretar en directo la banda sonora de los dos últimos montajes teatrales de Oriol Broggi, co-descubridor de la rúmbia –híbrido de rumba y cúmbia con denominación de origen Vallès- acaba de debutar a su nombre con un álbum que apunta a clásico instantáneo.

Grabado entre 2019 y 2020 y mezclado en pleno confinamiento, 'El ball i el plany' (Elbaile y el llanto, 2020) es un viaje apasionante por todos los mundos que caben en su acordeón: el Mediterráneo de la habanera y el raï, el Caribe latino, la Jamaica del reggae y el dub y, por supuesto, el México norteño que inspira su nueva formación.

Acompañado por su fiel compinche en mil batallas, Marià Roch (bajo), el fogonero de la caldera rítmica, Rambo (batería), y el guitarrista Madjid Fahem (Manu Chao, La Ventura), el mejor albacea del legado de Gato Pérez se consagra en el olimpo de la fusión sin confusión.

Joan Garriga creció en un tiempo en el que, en Cataluña, las orquestas de baile ayudaban a la gente a recuperar la calle y las plazas de pueblos y ciudades, dignificaban la fiesta y liberaban la alegría secuestrada durante años de silencio y oscuridad. Como él mismo explica en muchas entrevistas, el ambiente de esos bailes populares, donde se mezclaban músicas y generaciones, marcó su trayectoria musical y vital.