Los Imposibles
En la segunda mitad de los años ochenta hubo un fenómeno curioso: mientras que en España se hablaba sin parar de la Movida Madrieña, en el lugar donde se gestó había pasado de moda. A esas alturas resultaba casi imposible encontrarse en los bares con Alaska, Santiago Auserón o Loquillo, que ya estaban en otras cosas. Sin embargo, sí que surgieron un montón de bandas interesantísimas que hacían una música diferente. Sería imposible citarlas a todas, pero ahí van algunas: Las Ruedas, Los Ronaldos, Los Enemigos, Los Macana o Sex Museum .
Tenían referentes distintos a sus predecesores. Les gustaba el garaje, el rock estadounidense y la psicodelia. Pero afortunadamente, eso no era todo. Los aficionados al beat, al power pop, a las armonías vocales al estilo de The Byrds o, en definitiva, a otros estilos que curiosamente también surgieron en los sesenta, tenían alternativas. Y una de ellas era sin duda un grupo llamado Los Imposibles.
Su trayectoria discográfica, en su etapa inicial, abarca desde 1990 hasta 2002, un periodo en el que el cuarteto integrado por Paco Poza (voz y guitarra), David Lorenzo (guitarra y voz), Daniel Fernández (bajo) y Lagarto (batería) dejaron cuatro álbumes más que respetables. En ellos había todo lo citado y también acercamientos a la música negra y hasta lo que podría considerarse ópera rock.
Lo dejaron, pero en 2007 volvieron y grabaron otros dos álbumes en los que, lo que son las cosas, se acercaron al sonido garajero que rechazaron en sus inicios. Siempre les gustó jugar a la contra y eso les deparó la ventaja de hacer siempre lo que les vino en gana y el inconveniente de no llegar al éxito masivo.
En 2022, Los Imposibles han regresado. Lo han hecho como quinteto para participar en festivales, hacer conciertos y presentar un disco nuevo que traen bajo el brazo, titulado “Escarlata?” y editado por Bickerton Records. A juzgar por su single de adelanto, ‘Todo al revés’, lo retoman donde lo dejaron. Hay pop, ecos de The Beatles, buenos coros, una melodía arrebatadora y un cierto aire psicodélico flotando por encima como una niebla.