Los Rebeldes
Más de cuatro décadas llevando el rock and roll por bandera. No es fácil aguantar tanto, pero Los Rebeldes lo han conseguido. Y aunque ya no atraen demasiado al público joven, es un hecho que siguen manteniendo unos seguidores fieles, que les siguen desde hace años y que tararean sus grandes éxitos de principio a fin. Porque Los Rebeldes triunfaron a la grande, como lo demuestra que hayan vendido más de un millón de discos.
La historia comenzó a finales de los años setenta. En Barcelona, los rockers de tupé, cuero y brillantina tampoco es que abundaran demasiado. Uno de ellos, llamado José María Sanz pero apodado Loquillo, puso un anuncio para formar una banda de rock and roll. El guitarrista Carlos Segarra se ofreció a ser el guitarrista y así se fundó el grupo Teddy Loquillo y sus amigos.
Años después, en 1981, a Loquillo le ofrecieron la oportunidad de grabar un disco bajo su nombre, porque se empezaba a ver que su carisma era extraordinario. Juntó a varios amigos para que colaboraran en ese álbum, ‘Los tiempos están cambiando’ y uno de ellos fue Los Rebeldes, que a esas alturas ya funcionaban por su cuenta.
Carlos Segarra era el cantante y guitarrista, siempre lo ha sido. Le acompañaban Aurelio Morata al contrabajo y Moi Sorolla tocando una escueta batería. La idea estaba clara: hacer rockabilly clásico, el estilo de Eddie Cochran, Gene Vincent y el resto de sus ídolos.
‘Cervezas, chicas y rockabilly’ fue el explícito nombre de su primer álbum, que al igual que el de Loquillo salió en 1981. Por entonces Los Rebeldes ya eran un cuarteto con la incorporación de un teclista que se hacía llamar Speed aunque su nombre real era Emilio Díaz. La imagen de la banda era extraordinaria y Segarra estaba muy por encima de la mayoría de los guitarristas de rock de entonces.
Sin embargo, la fórmula de su éxito masivo fue combinar, con el paso del tiempo, el rock and roll primitivo -muy presente en canciones como ‘Mescalina’- con un aire más pop -notable en ‘Mediterráneo’- y con baladas clásicas como ‘Bajo la luz de la luna’. En la segunda mitad de los ochenta, con la incorporación del saxofonista Dani Nel-lo, se convirtieron en uno de los grupos con más caché del país.
Funcionaron muy bien en directo, como lo acreditan los dos discos que han publicado bajo esa fórmula, y en los noventa, con una parroquia de seguidores aún importante pero sin duda menguante, continuaron sacando álbumes y siendo respetuosos con el estilo al que se han debido desde sus inicios. Eso así, desde entonces hubo constantes cambios de formación -el primero que se marchó fue Aurelio Morata, que comenzó una interesante carrera en solitario en una onda cercana a Springsteen, John Cougar o Tom Petty- y Segarra ha sido su único componente fijo.
Entre discos de estudio, en vivo y recopilaciones, Los Rebeldes suman más de veinte referencias. Sus álbumes originales han sido remasterizados para mejorar un sonido bastante deficiente, siguen dando conciertos, a veces en formato eléctrico y otras en acústico y su líder tiene claro que no va a parar. Su vida es el rock and roll.