Lucas Bojanich toma elementos de la música urbana pero no es un cantante de rap al uso. Aunque tira de autotune y de recursos electrónicos y en sus canciones se note un eco de aranbí, también tiene un poco de cantautor moderno. Asimila todo, cualquier tendencia le vale a este peruano que en 2023 ha dado el pelotazo con el tema ‘La nota’.

Muy activo en redes sociales como Tik Tok e Instagram, seguido por influencers como Carla Frigo, con la que cantó ‘Empastillado’, se define como “un soñador que convive con el caos” y, aunque no lo añada, como un artista con inquietudes que, después de todo, es un sentimental. Y como lo es, pues le canta a lo que se ha cantado toda la vida: el amor y el desamor.

Reside en Bilbao y antes de lanzarse a la música trató de hacer sus pinitos como escritor y publicó un libro de tintes autobiográficos, ‘En mi mundo’. Cuenta con la ventaja añadida de que gusta mucho a gente con mucho poder de convocatoria, algo que amplifica el alcance de sus canciones. Si menciona a Rauw y a Rosalía será seguramente porque quiere hacerlo, pero ese hecho, de por sí, lo acerca a más público.

También se declara fan de Bad Bunny y, como el inconformista que es, asegura que le encantaría hacer un tema con Hombres G, una declaración que puede que a sus fans más jóvenes les haya sorprendido, y más aún que haya reconocido que son para él una fuente de inspiración. Para Lucas Bojanich, en cambio, no representa ningún problema. Le gustan, lo dice y punto. Y lo mismo pasa con el resto de referencias musicales. Toma de donde quiere y no se preocupa del qué dirán. Los prejuicios los deja para otros.