OMD - Orchestral Manoeuvres In The Dark
Estilo: Pop electrónico
‘Enola Gay’ es una de esas canciones que permiten vivir de las rentas a sus autores y a sus descendientes. Se escribió en 1980 y se sigue oyendo con asiduidad. Y es la principal razón de que el grupo que la hizo inmensamente popular, Orchestal Manoeuvres in the Dark (más conocidos por sus siglas, OMD, por razones obvias) siga en el candelero después de tanto tiempo.
El dúo formado por Paul Humphreys (teclados) y Andy McCluskey (voz y bajo) tocó en un pub de Liverpool por primera vez en 1978, actuando con pistas de acompañamiento, reproducidas por una grabadora de cinta de 4 pistas TEAC bautizada como ‘Winston’, por el antihéroe de la novela 1984 de George Orwell.
Aunque surgieron en plena explosión de la new wave y el post-punk, los ingleses se decantaron por ese tecno-pop que hizo furor en la primera mitad de la década de los ochenta. Sin embargo, siempre mezcló los sintetizadores con instrumentos orgánicos como el bajo y la batería.
En 1980, cuando cruzaba el planeta de lado a lado el himno pacifista ‘Enola Gay’, que así se llamaba el avión que lanzó la primera bomba atómica, el baterista Malcolm Holmes y un segundo teclista, Dave Hughes, pasaron de ser músicos invitados en vivo a ser miembros de pleno derecho de la banda.
Aunque con el tiempo han ido espaciando sus lanzamientos discográficos y en los inicios del siglo XXI estuvieron casi disueltos por discrepancias entre sus dos líderes, lo cierto es que OMD han permanecido en activo (o por lo menos en barbecho) durante más de cuatro décadas. Han obtenido otros éxitos, como ‘Joan of Arc’ o ‘Electricity’ y desde 2010 se les nota más activos.
A lo largo de todo este tiempo han editado 17 discos. ‘The punishment of luxury’, publicado en 2017 por White Noise, mantiene sus coordenadas habituales: canciones pop con potencial para triunfar en las listas, mezcladas con otras más experimentales y con un sonido que remite a maestros del género electrónico como Kraftwerk.