Puerto Rico parece una cantera inagotable de artistas relacionados con el trap, el rap y el reguetón. A nombres ya consagrados como Bad Bunny se les están acercando a pasos agigantados gente como Mora, Jay Wheller o Juan Carlos Ozuna Rosado, cantante de voz aguda que lleva en activo desde 2012 y que une a su gusto por la música urbana una querencia que probablemente arrastra de nacimiento: los ritmos latinos y caribeños que escuchó desde niño, porque sus ancestros eran de la República Dominicana.

Ha cobrado fama por sus canciones y también por haber estado envuelto en alguna polémica de bastante entidad. Se le ha involucrado -aunque no como autor- en un par de asesinatos, fue multado por atropellar a una mujer embarazada mientras conducía borracho, apareció en una película porno, él dice que por extorsión... Pecados de juventud, puede ser, pero de los que después se ha arrepentido y excusado. Asegura que su música y su familia son lo más importante.

Debutó en 2017 con el disco ‘Odisea’ y en 2023 publicó su sexto trabajo, ‘Afro’, donde, fiel a la costumbre de los músicos urbanos, intervienen varios colaboradores de lujo como Amarion o Davido. Con este último le hace una canción a la actriz Eva Longoria en la que, mezclando el español y el inglés, alaba los atractivos de la artista, pero no precisamente los relacionados con la interpretación.

Porque por su biografía ya se puede ver que Ozuna no pasa inadvertido. El ‘negrito de ojos claros’, como él mismo se define, ha podido meterse en embrollos, pero si los más afamados productores del género han querido trabajar con él, si sus canciones tienen tantas reproducciones y visualizaciones y si sus directos son cada vez más concurridos, está claro que debe haber un talento detrás.