Desde 1975 está la banda británica Steel Pulse haciendo bailar al planeta. Clásicos y puretas en plena forma, como el reggae que abanderan, infalible ritmo para dejarse llevar por su cadencia entrecortada y bamboleante.

Tal vez sean la última gran banda en activo que queda de la vieja escuela. Cuando se fundaron vestían atuendos rastafari y gastaban  mentalidad política, mezclado todo con auténticas raíces de reggae y toques de jazz o música caribeña.

Pronto calaron muy hondo no solo entre los fieles del reggae, sino también entre los del punk. Su debut discográfico, “Handsworth Revolution” (1978), está considerado por muchos críticos como un hito y un punto central en la historia del reggae británico.

A medida que avanzaban los años ochenta, los sonidos de sintetizadores pulidos y elementos de la música dance y del rhythm’n’blues de la época se infiltraron en su música, y en los noventa regresaron a un sonido más rudo, pero reconociendo las tendencias contemporáneas con toques de dancehall y hip-hop.

Han lanzado doce discos de estudio y ganado múltiples premios, además de haber vendido millones de álbumes​. Fueron el primer grupo no jamaiquino en ganar un premio Grammy a Mejor Disco de Reggae.

En 2019 volvieron a grabar tras quince años ausentes de los estudios y publicaron 'Mass Manipulation'.