Camino de los sesenta años en activo, sus satánicas majestades son el mayor ejemplo de longevidad del rock and roll; el 'forever young' llevado a su último extremo, hasta el punto de que Mick Jagger hizo pública su condición de bisabuelo ¡en directo en un concierto!

Cientos de publicaciones literarias narran sus aventuras y no pocas desventuras desde 1962 hasta nuestros días, las musicales y las peripecias vivenciales puesto que su anecdotario, caída de cocotero de su guitarrista o sus supuestas recauchutaciones sanguíneas incluidas, es infinito.

Pero aquí siguen, y volviendo al blues de sus inicios con el disco 'Blue & Lonesome', su infinita referencia ya, puesto que es muy complicado el recuento con las versiones dobles de su época en la Decca y los alternativos: ¡16 en los últimos cuatro años! Incluido el simbólico concierto en La Habana.

Un disco con su lengua warholiana virada al azul y que supuso un homenaje a sus mayores, es decir a los grandes del blues. El álbum volvió a las cifras millonarias de ventas, algo que no es que sea imposible hoy en día, sino que es casi irreal, y recibiendo numerosos parabienes y hasta un Grammy al 'Mejor Álbum de Blues'.

Camino de los sesenta años en activo, sus satánicas majestades son el mayor ejemplo de longevidad del rock and roll; el 'forever young' llevado a su último extremo, hasta el punto de que Mick Jagger hizo pública su condición de bisabuelo ¡en directo en un concierto!

Cientos de publicaciones literarias narran sus aventuras y no pocas desventuras desde 1962 hasta nuestros días, las musicales y las peripecias vivenciales puesto que su anecdotario, caída de cocotero de su guitarrista o sus supuestas recauchutaciones sanguíneas incluidas, es infinito.

Pero aquí siguen, y volviendo al blues de sus inicios con el disco 'Blue & Lonesome', su infinita referencia ya, puesto que es muy complicado el recuento con las versiones dobles de su época en la Decca y los alternativos: ¡16 en los últimos cuatro años! Incluido el simbólico concierto en La Habana.

Un disco con su lengua warholiana virada al azul y que supuso un homenaje a sus mayores, es decir a los grandes del blues. El álbum volvió a las cifras millonarias de ventas, algo que no es que sea imposible hoy en día, sino que es casi irreal, y recibiendo numerosos parabienes y hasta un Grammy al 'Mejor Álbum de Blues'.

Y si a los Stones ('Los Rolling' en España, matiz diferenciador) hay que verlos en directo alguna vez en la vida porque son el ejemplo máximo del rock en vivo, les sucede como a la Fórmula 1 o los grandes premios GP , que en casa y en la pecera electrodoméstica se disfrutan tanto o más por la cercanía que la realización retransmitida permite, frente al gigantismo y las grandes distancias a sus escenarios; eso sí, cuando una pasarela los acerca a un mini ring pequeño en medio del gentío, uno comprueba in situ que siguen siendo la mejor banda de rock and roll del mundo.