Construida en 1969 con un diseño moderno y alejado de las pautas arquitectónicas que por lo general regían entonces para los cosos taurinos, la plaza de toros de Algeciras ha sido también, desde la década de los ochenta, el sitio por antonomasia para albergar en la ciudad conciertos de todo tipo.

Desde el triunfal de Tequila en 1980 -con unos teloneros entonces principiantes, llamados Radio Futura, a los que se dispensó un trato deplorable-  hasta los de estrellas consagradas del pop de los ochenta y los noventa, como Mecano, El último de la fila o Alejandro Sanz, pasando por míticas actuaciones de Rocío Jurado, Joan Manuel Serrat o el ídolo local por antonomasia, Paco de Lucía, la plaza de toros tiene como puntos a favor una ubicación estupenda, no tan céntrica como para molestar a muchos vecinos ni tan alejada como para no poder ir andando, y un aforo que varía en función de lo aparatoso que sea el escenario pero que, uniendo el graderío con la arena, puede superar las once mil personas.

Los autobuses que van a las barriadas de La Granja (L4, M 120), San José Artesano (L4) o El Rinconcillo (L3) tienen paradas cercanas a la plaza de toros y se puede llegar en taxi casi hasta la misma puerta, aunque lo más recomendable es acceder al recinto subiendo la imponente escalinata central.