El cartel definitivo de la final de las Batallas OleoSónicas, el concurso de artistas y bandas emergentes del festival OleoSónicas, tendrá lugar el 4 mayo en el Parque Andrés de Vandelvira con la participación de Arena Polar (Granada), Beth Loring (Jaén), Pairo (Jaén) y Titín (Pozoblanco, Córdoba). Junto a ellos, actuarán abriendo el cartel la banda Rockin’ Azzaiteros, integrada por alumnos del IES Az Zait, y como artista invitado y cabeza de cartel Arco, cantautor granadino consagrado en el panorama nacional.

Arco

Antonio Arco, el que fuera líder y cantante de El Puchero del Hortelano, reinventado simplemente como Arco, editó en 2020 su tercer disco en solitario, "100 veces" y el 5 de febrero de 2021 publica su libro-cd "40 años 40 canciones" una historia real y cercana escrita por el propio autor, pasando revista a sus cuatro décadas en el oficio.

El libro es "la historia de algunos momentos más significativos de mi vida, contada a través de cuarenta canciones que han salido estos años de mi cabeza, de mi alma, o de dondequiera que nazca la creatividad…”, ha explicado el artista, que habla de su infancia, sus primeras veces, el nacimiento y final de El Puchero del Hortelano, su trágica pérdida familiar, las giras alrededor del mundo, sus hijos, el amor, las canciones…

“40 años, 40 canciones” incluye dos CDs con nuevas versiones de las canciones que más han significado y significan en su vida, desde Ochenta años, Manuel, Sábado,  Quiero, Tu eres eso, Hay días, Asuntos serios, Mamá, Plácida, Debo, No hay más, Abril y tantas otras.

En 2018 publicó su segundo álbum, 'Abril' (2018), con una producción muy popera de Tato LaTorre (Maldita Nerea, Efecto Pasillo, Antonio Orozco) sin olvidar su sonido que le es natural rondando el folk-rock.

Arco hace canciones terapia a base de buena música, de esas que arrancan la alegría sin explicación. En el primer disco de su nueva eventura, "Uno" (2016) seguían primando unas cuidadas letras que destacan por su intensidad y emotividad, y que adquieren un nuevo grado de madurez, mientras que la música que las reviste parte de una instrumentación clásica de banda de rock (batería, bajo, guitarra eléctrica, acústica y piano) y se impregna de folk de aquí y de allí, en un movimiento envolvente que hace brillar su característica voz rota y genuinamente sureña que atrapa desde la primera escucha.

El Puchero del Hortelano fue el primer grupo granadino y único en agotar el papel en el Palacio de Deportes de Granada. Fue una despedida y ruptura no siempre muy bien entendida, pero de la que su portavoz y compositor principal surgió rápidamente en forma solista.