El Oso de Benalúa junto a junto a Javi Rodríguez y Pablo Bárez

El Oso de Benalúa

Según la Fundación Oso Pardo, en España hay alrededor de 250 ejemplares de esta especie, que se distribuyen entre las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla y León. No hay constancia de que viva ninguno en la localidad granadina de Benalúa.

Sin embargo, desde hace ya varios años hay un artista que se hace llamar así. Su nombre real es Antonio Travé y es cantante, guitarrista y armonicista de blues. A veces toca en solitario, otras con un grupo que se llama Las Sabandijas, o bien con su propia Blues Band, y en ocasiones, también con algún otro colaborador como el percusionista Giggs Nother.

El Oso de Benalúa hace, fundamentalmente, blues clásico. Es decir, el que bebe de las fuentes originarias de esta música. Misisipi también queda bastante lejos de la citada localidad granadina, pero su influjo llegó hasta allí.

De pequeño le apodaron ‘El oso’ porque era comilón. De adolescente empezó a escuchar a Muddy Waters, John Lee Hooker y demás leyendas del género y en la primera década de este siglo empezó a ser una figura habitual en salas y festivales.

Desde entonces se ha paseado por míticos templos del blues como el bar La Coquette, en Madrid, y ha tenido también presencia en el Cazorla Blues. También ha sido telonero de gente más veterana en estas artes, como la Vargas Blues Band. Animal de escenario, es allí encima donde se siente más a gusto. Su público va en aumento y su futuro, en consecuencia, es halagüeño.

Además, de vez en cuando Travé cambia de piel y se transforma en miembro de El Osombroso y Sonriente Folk de las Bandlans, un grupo cuyo nombre tiene una explicación en parte sencilla y en parte complicada. De oso a osombroso no hay mucho trecho, hasta ahí todo bien. La segunda parte viene porque en el altiplano granadino, cerca de Benalúa, está el Geoparque, un peculiar paraje geológico que recuerda a la Capadocia turca y a las Badlands de Estados Unidos.

Para el caso, lo importante es saber que esa banda se decanta por un folk con guiños a los narcocorridos mejicanos y que tiene editado tres álbumes muy interesantes, el último de ellos ‘No es país para viejos’.