Restos
- The Speedways / Rock/Rock Alternativo
El power pop es un estilo del que se empezó a hablar a finales de la década de los setenta, más o menos cuando el punk puro y duro empezó a perder pujanza y sus grupos más señeros fueron reemplazados por otros con guitarras casi igual de poderosas, pero un corazón más melodioso.
Fue un movimiento más importante en Estados Unidos que en Inglaterra, donde también se estilaron grupos de ese estilo pero un poco más complejos musicalmente y con un ramillete de referencias más amplio. El power pop, en ese sentido, era y es básico: canciones de tres minutos como mucho, ejecutadas con dos guitarras, bajo, batería, una voz principal y otras dos haciendo coros. Sencillo y directo al grano. Y, aun siendo americanos los que más lo practicaron, su influencia fue claramente británica. Sin The Beatles, este movimiento directamente no habría existido.
El power pop ha seguido teniendo seguidores hasta hoy y, lo que es más significativo, siguen surgiendo bandas deudoras de Paul Collins’ Beat, The Plimsouls o The Romantics aunque sus componentes (los de las nuevas) no habían nacido cuando los pioneros se subían a los escenarios.
The Speedways es una de esas bandas deudoras, aunque lo suyo no es mimetizarse con nadie sino proseguir la senda que otros abrieron y aportar su sello. Es decir, que en su música hay ecos de las formaciones citadas -y también de The Knack, seguramente el más claro exponente de grupo ‘one hit wonder’ que haya existido nunca- pero con una acertada puesta al día.
Formados en Inglaterra, The Speedways es un cuarteto liderado por Matt Julian (voz, guitarra y ocasionalmente teclados) y que completan Mauro Venegas (guitarra), Adrian Alfonso (bajo) y Kris Hood (batería). Como se puede apreciar por sus apellidos, casi todos tienen ascendencia hispana, aunque eso no se refleja en su música.
Han grabado hasta ahora tres discos: “Just another regular summer” (2019), “Radio sounds” (2020) y “Talk of the town” (Snap!! Records, 2022). Todos están llenos de música luminosa, guitarras potentes y brillantes juegos de voces. Alternan sus actuaciones en salas de pequeña y mediana capacidad con intervenciones en festivales para amantes de un género afortunadamente eterno.