Al verla, muy pocos podrán negar que Valladolid cuenta con un espacio impresionante para albergar conciertos. Porque impresionante es la primera palabra que se viene a la cabeza al contemplar la Cúpula del Milenio, un espacio “multidisciplinar y polivalente” con una historia que arranca, paradojas de la vida, en Zaragoza.

Fue en esa ciudad donde, en 2008, se celebró la Exposición Internacional del Agua. Para esa muestra, el arquitecto diseñó la Plaza de la Sed, un espacio de 1.700 metros cuadrados diáfanos, con 15 metros de altura y 46,5 de diámetro, con un aforo de más de 1.700 personas como media. El Ayuntamiento de Valladolid vio que era exactamente lo que le hacía falta y la adquirió.

Además de ser apropiada para todo tipo de eventos, una particularidad muy a tener en cuenta en estos tiempos de cambio climático es que la cúpula es un ejemplo de respeto al medio ambiente y un intento de que, a partir de ese ejemplo, las ciudades se tomen más en serio el problema de la contaminación. Es, en ese sentido, un edificio piloto.

El secreto está en el material con el que la cúpula se ha fabricado, que se llama efte y es, según quienes lo pensaron, “cristalino como el vidrio y resistente, duradero y flexible como el plástico”. Pero es mucho menos contaminante que esos dos elementos citados: captura el 90% de la luz solar y emite sólo el 80%. Hasta el aparcamiento subterráneo disfruta de luz natural gracias a un sistema de microcúpulas con espejos que captan la luz solar.

Funciona desde 2011 y desde entonces ha albergado festivales, congresos y actuaciones de todo tipo.

Dirección: Avenida de Miguel Ángel Blanco, 1
Aforo: 1.250 personas sentadas. 2.500 de pie
Cómo llegar:  en autobús urbano, líneas 3, 5 y 8