Riffs definitivos y melodías adhesivas, de estribillos irresistibles hacen de Baker el heredero de Elvis Costello, a cuyo timbre de voz se alude para definir el de Kurt, The Romantics o Paul Collins.

Siguiendo los pasos de Paul Collins, siendo adolescente quedó embrujado por el rock and roll y el power-pop y con solo 15 años ya tenía lista una banda, The Leftovers, que causaron sensación, primero en su natal Portland, en el estado de Maine, y más tarde en el resto del país y en las islas británicas con su punk pop melódico.

El grupo estuvo activo desde su debut en 2003 hasta su disolución en 2010, y después de cuatro álbumes Baker decidió atemperar el ritmo y emprender una carrera en solitario virando hacia el power pop clásico de bandas como los Nerves de Paul Collins. Como él, acabó por trasladar su residencia a la soleada España, después de la publicación de su segundo largo en solitario, Brand New Beat (Collector's Club Records, 2012), y la buena acogida que experimentó aquí le hizo involucrarse hasta con tres bandas que alternó en frenética actividad: Bullet Proof Lovers, The New Trocaderos, y Kurt Baker Combo.

La llega de la pandemia provocó su vuelta a su país natal, donde reactivó su banda americana, compuesta por Geoff Palmer (The Connection) , Kris Rodgers, Zack Sprage y su productor habituál Wyatt Funderburk, formación con la que ha grabado muchos de sus clásicos : “Don´t go fallin in love“, “What you got to lie“, “Everybody Knows“ o su flamante LP “Brand new beat“ recientemente reeditado.

Con esta formación gira por la peninsula a comienzos de 2023 y graba un nuevo disco que, una vez más, vio la luz con Wicked Cool Records, sello propiedad de de Steve Van Zandt, guitarrista y mano derecha de Bruce Springsteen. Wicked Cool Records también ha pulicado las anteriores referencias de Kurt Baker:  'In Orbit' (2016), 'Let's go wild' (2018), con su propia banda, Kurt Baker Combo, y “After Party” (2019).

En solitario, además de 'Brand New Beat', publicó también los álbumes 'Rockin' For A Living' (2011), 'For Spanish Ears Only' (2011), y 'Play it Cool' (Eccentric Pop Records, 2015), un disco en el que extiendió su paleta sonora, con tintes de la new wave, guiños glam y un regusto inconfundible al mejor power pop de finales de los 70 y principios de los 80, tal y como lo facturaban The Plimsouls o Paul Collins con The Nerves, primero y con The Beat, más tarde. Ahí está la contundencia de Slade, la chispa melódica de Cheap Trick o la energía de The Knack.