Gracie Abrams
Baladas y medios tiempos en clave intimista, reposada. O, como lo llaman ahora, bedroom pop (pop de dormitorio). No es mala definición para lo que hace Gracie Abrams, hija del director de cine JJ Abrams que ha heredado la vena artística de su progenitor pero que, en vez de guiar sus pasos hacia el séptimo arte, se ha decantado por la música. Con bastante éxito, por cierto.
Cantautora nacida en Los Ángeles en 1999, debutó cuando sólo tenía veinte años con un single lanzado por una discográfica importante, Interscope. Tener un apellido conocido es una ventaja. Pero ‘Mean it’, que así se llamaba el tema, merece la pena si de lo que se trata es de disfrutar la música en un ambiente relajado. Ella cita a Joni Mitchell y a Kate Bush como dos de sus influencias más significativas y lo cierto es que se nota.
Lo mismo puede decirse de las canciones incluidas en sus siguientes singles y EPs, Minor (2020) y This Is What It Feels Like (2021), que han precedido a su álbum de debú, ‘Good riddance’, distribuido también por Interscope.
No sólo no ha pasado desapercibido sino que ha tenido muy buenas críticas y, lo que a lo mejor es igual de importante, ha sido alabado por gente ya bien asentada en el mundo del espectáculo. Como Taylor Switf, que se ha declarado admiradora de su talento.
El hecho de que haga una música que es mucho más para escuchar que para bailar no impide que se atreva a actuar en recintos donde caben miles de espectadores. Su cancionero, entiende, lo puede defender en cualquier parte.