La Cabra Mecánica

La Cabra Mecánica
La Cabra Mecánica

Cuentan que Lichis, el hombre al frente del proyecto llamado La cabra mecánica, decidió darle carpetazo cuando se hizo demasiado famoso porque ese monstruo que había creado le impedía dedicarse a hacer otras cosas, estaba amenazando con devorarle, artísticamente hablando. Así que, tras lograr éxitos incontestables como ‘No me llames iluso’ o ‘La lista de la compra’, lo dejó para hacer blues y country.

Pero a menudo, en la música y en otras manifestaciones artísticas, un adiós no es definitivo. La cabra mecánica, en desuso desde 2010, volvió a la actividad en 2022, justo cuando se cumplían 25 años de su primer disco. Anuncian que será su última gira, pero mientras tanto, el blues y el country, debió decirse Lichis, podían esperar.

Toca empezar desde el principio. Miguel Ángel Hernando, que ese es el nombre real de Lichis, montó La cabra mecánica en 1997 con la idea de fusionar estilos, de mezclar el rock con la rumba y, de paso, con lo que le saliera a su paso. Fue el único componente fijo del grupo y, con la ayuda de buenos amigos y mejores músicos, grabó ‘Cuando me suenan las tripas’, donde, además de los estilos citados, también hay algo de country, de blues y de funk. La cabra comía de todo, es lo que tienen las cabras.

No tuvo mucha repercusión, y le pasó lo mismo a su segundo álbum, de nombre aún más provocador, ‘Cabrón, editado en 1999. Sin embargo, el nuevo siglo le trajo a Lichis el éxito bajo el brazo. Porque en 2001 el grupo sonó en todas partes gracias a ‘La lista de la compra’. La inimitable María Jiménez le daba la réplica y se convertía en la protagonista, en esa mujer tan guapa y tan lista que se merecía un príncipe o un dentista. Un estribillo impagable que por desgracia también tapaba otro mensaje maravilloso: “Te quedas a mi lado y el mundo me parece más amable, más humano, menos raro”.

Ese tema, que es de los que saca a la gente a la pista de baile nada más sonar, estaba incluido en el tercer disco de La cabra mecánica, ‘Vestidos de domingo’ (2001), pero no supuso ni mucho menos su canto del cisne. Porque en 2003, Lichis lo volvió a hacer. No sólo porque alcanzó buenas cifras de ventas con su cuarto trabajo, ‘Ni jaulas ni peceras’, grabado en directo y con temas inéditos, sino porque su canción ‘No me llames iluso’ se convirtió en sintonía de un anuncio de televisión y sonó a diario, en consecuencia, en millones de hogares.

Con ‘Hotel Lichis’ (2005) y ‘Carne de cañón’ (2009, ambos en Warner/DRO, como el resto de su discografía), la fórmula empezó a dar muestras de fatiga. Ni siquiera Lichis creía demasiado en lo que estaba haciendo. De hecho, en 2006 ya anunció que haría sólo un disco más bajo ese alias y luego se dedicaría a otra cosa. Lo cumplió, pero en 2022 la cabra resucitó. “La emoción vivida en los conciertos ha sido indescriptible, no hay palabras”, dijo para justificar que, a finales de ese año, emprendiera una gira que toma como base las bodas de plata del debú discográfico pero que, obviamente, repasará en sus actuaciones lo mejor de su trayectoria.

En todo caso, La Cabra Mecánica ha anunciado que su último año de conciertos en 2023. Además, han lanzado en vinilo su disco "Vestidos de domingo". La banda se despide con gratitud e ilusión, anunciando su gira de despedida llamada "L.C.M. 1997".

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