Hay muchos grupos que lo dejan y al cabo de un tiempo regresan. Melon Diesel se han tomado su tiempo para hacerlo pero en 2023, tras veinte años de ausencia, están de vuelta. Por cierto, antes de seguir: en su caso, ni Melon ni Diesel se acentúan. ¿Por qué? Porque son de Gibraltar y allí el idioma oficial es el inglés, que no utiliza las tildes.

Nacieron como quinteto a la sombra del peñón a finales de la década de los noventa. Primero cantaban en inglés -su primer elepé, por cierto, tiene una edición en ese idioma que a estas alturas es rara y difícil de encontrar- y se decantaron desde el principio por un pop-rock poderoso pero, a la vez, de fácil digestión y estribillos tarareables.

Dylan Ferro, su cantante, se convirtió desde el principio en su principal activo gracias a su especial timbre de voz y a su versatilidad. Podía con todo, el chaval. Le secundaban los guitarristas Dani Fa y Danny Bugeja, el bajista Guy Palmer y el baterista Adrian Pozo. Con esas armas dieron un importante pelotazo con su debú, ‘La cuesta de Mr. Bond’, lanzado en 1999, y se ganaron un hueco en el panorama nacional.

Su proyección parecía imparable. Fueron teloneros de las giras españolas de Oasis y REM, tuvieron aún más éxito con su segunda obra, ‘Hombre en el espejo’ y volvieron al inglés en algunas canciones de su tercer trabajo, ‘Real’, publicado en Sony Music, como los anteriores, con la idea de conquistar el mercado anglosajón. Por entonces ya habían vendido la nada despreciable cantidad de 350.000 copias de sus discos.

Sin embargo, ahí empezaron los problemas, precisamente por el idioma que debían usar. Amigos desde pequeños, fueron distanciándose porque unos querían cantar en inglés y otros seguir con el castellano. La consecuencia fue que se separaron. Dylan Ferro, Dani Fa y Danny Bugeja crearon Taxi, mientras que Palmer y Pozo formaron Area 52. Probablemente debido al carisma de Ferro, los primeros tuvieron mucho más éxito.

En 2023, los tres componentes de Taxi vuelven a actuar con el nombre de Melon Diesel y participan en una serie de festivales junto a otras bandas que, como ellos, tuvieron éxito en los noventa: Modestia Aparte, Revolver o Miguel Costas, antiguo vocalista de Siniestro Total.

Es de suponer que se siguen sintiendo gibraltareños, que es una manera muy peculiar de no ser ni español ni británico. Alguna que otra vez, mientras actuaban en sus inicios, tuvieron que aguantar bromas pesadas de ciertos espectadores más interesados en provocar que en escuchar música. Pero se lo tomaron con humor. Si alguien gritaba: “Gibraltar español”, Dylan siempre respondía: “Equis en la quiniela”.