Taburete
Integrada inicialmente por Guillermo Barcenas aka Willy Macpolvings (hijo de Luis Bárcenas, el ex tesorero del PP), Anton Carreño aka Txonki Potxonki y Joaquin Gasset aka Jokin Deloxly, a los que luego se les unirían el Doctor Manuel Hevia aka Dr. Charas, Guillermo Gracia Carrion aka El coyote de Arges y Antonio de la Fuente aka Andoni Zapatillas.
El estilo de su música se podría clasificar como pop con muchas influencias, desde la ranchera al rock, pasando por la rumba, guitarras tarantinianas y trompetas sureñas… Básicamente, electrochotis con toques ‘New Age‘ pero tranquilito.
Lanzaron su primer álbum autoeditado ‘Tres Tequilas’ en Septiembre de 2015. Con nueve canciones y en un formato muy acústico, su acogida por las redes sociales y plataformas de música fue increíble. Se convirtió en un fenómeno viral; con mas de 10 millones de reproducciones en Spotify. Gracias a esto y a un solido directo, Taburete ha llenado algunas de las salas mas míticas del país como La Riviera con dos llenos consecutivos, Razzmataz, Náutico de San Vicente, Escenario Santander, Teatro Barceló y Teatro Apolo…. y a actuar en algunos de los grandes festivales nacionales como el Sonorama en la mítica Plaza del Trigo y el Arenal Sound.
En noviembre de 2016, vuelven a apostar por la autoedición montando su propio sello Voltereta Records, y lanzan su segundo recopilatorio ‘Dr. Charas’. Manteniendo el estilo y las melodías pegadizas del disco anterior, Taburete da un salto en producción y apuesta fuerte en 2017 incluyendo en su gira el Barclaycard Center, Laboratorio de las Artes en Valladolid, Palacio de Deportes de Santander, Sant Jordi Club….
Después de un gran primer año y una exitoso lanzamiento, un doble lleno en apenas dos horas en Teatro Barceló, todo apunta a que el Dr.Charas y su primo Dron han venido para quedarse.
En 2018 editan su tercer disco, 'Madame Ayahuasca', con diez temas en el que se puede encontrar desde una cumbia, pasando por un reggae, baladas y hasta un rock argentino, entre otros.
Taburete: así arrasa entre los pijos el grupo del hijo de Bárcenas
¡Willy, valiente, tu padre es inocente!". Este coro recibe en el escenario al hijo de Luis Bárcenas, que lidera Taburete, un grupo pop junto al nieto de Díaz Ferrán.
Lo petan entre los chicos "bien": "Son como nosotros: educados y saben vestir", dicen sus fans.
El hijo músico de Bárcenas: "Haríamos un concierto en Soto del Real"
Guiomar Roglán - 22/11/2016 - El Mundo
Es jueves, son las 16h y diluvia en Barcelona. Medio centenar de adolescentes aguarda en fila, empapadas, a que abran las puertas de la discoteca Bikini, un clásico de la ciudad. «Queremos ver a Willy Bárcenas. Le amamos. Es taaaaaaan guapo», suspiran Carla y Daniela. Aún quedan cinco horas para que empiece el concierto pero no les importa esperar a pesar del temporal. Tienen plan B: «He llamado a la niñera de mi hermana para que nos acerque un paraguas», le dice Carla a su amiga. Cuando a la vida le da por ironizar supera -con creces- cualquier ocurrencia del guionista más sarcástico. La que van a leer es una historia con morbo: la de unos chavales -con célebres apellidos- que se conocieron -a través de un amigo- en un colegio mayor de Barcelona mientras el padre de uno -Luis Bárcenas- y el abuelo del otro -GerardoDíaz Ferrán- compartían misa y condena en la cárcel de Soto del Real. Dos años después de aquél primer encuentro, Guillermo Bárcenas y Antón Carreño se han convertido -bajo el nombre de Taburete- en un fenómeno musical, que nació en Youtube y creció en Facebook, y que les ha llevado a colgar sold out en los más de 30 conciertos que han ofrecido en territorio español. Pero, ¿quiénes son los groupies de Taburete? ¿Les interesa su música o sólo sus morbosos apellidos? ¿Y conseguirá Willy convertirse en una celebrity aún mayor que su padre ex tesorero?Dentro, ajenos a la lluvia que cala a sus fans, Willy y los chicos -son cinco, como las grandes boyband- ensayan México DF, uno de los temas de Tres tequilas, su primer disco, que autofinanciaron con un presupuesto de 2.000 euros más algunos favores. «Cuando pasó lo de mi padre puse tierra de por medio y me fui a Chile para desconectar. Allí empecé a componer sin ninguna pretensión. Luego un colega me dejó el sótano de su casa para grabar», cuenta Willy. «Nada de esto ha sido buscado. Éramos un grupo de amigos que tocábamos para nosotros, hasta que un día nos dio por subir los temas a internet y la gente empezó a compartirlos», apostilla Antón. El runrún que hicieron en la red no pasó desapercibido entre los promotores de Teatro Barceló -punto de encuentro entre el pijerío madrileño- que fueron los primeros en contratarles para que dieran un concierto. Agotaron las 1.400 entradas en menos de 24 horas. «Incluso hubo reventa», dicen.
-¿La gente va a ver a Taburete o al grupo del hijo de Bárcenas?
-Al principio imagino que más de uno vendría por morbo, prejuzgando, pero el tiempo ha demostrado que nuestra música gusta y que se lo pasan de puta madre en los conciertos.
-¿Hasta qué punto os ha beneficiado tu tirón mediático?
-Nos ha beneficiado mucho a nivel de promoción pero también nos ha perjudicado en temas de contratación. Ha habido ayuntamientos que nos han vetado para evitarse problemas.
Guillermo habla con una seguridad impropia en un joven de 27 años y reconoce que una vez superada la presión mediática, que tanto él como su familia tuvieron que soportar, no hay nada que le tumbe. «Después de aquello no me da miedo nada. Me da igual lo que diga la gente, he aguantado mucho». Coge su móvil y enseña orgulloso un vídeo del concierto que dieron en A Coruña y que coincidió con el inicio del macro juicio del caso Gürtel. En él aparecen centenares de fans coreando al unísono: «¡Willy, valiente, tu padre es inocente!».
«Nuestros fans son la hostia», dice el cantante mientras se sirve un cubata. «Hay veces que algún cachondo ha aparecido con la bandera de Suiza y con pancartas de 'Luisito sé fuerte', pero eso resulta hasta gracioso. A mi lo que me duele es una crítica musical y, de momento, hielos no me han lanzado».
-¿Estás siguiendo el juicio?
-La verdad es que no. Este juicio es un bluff-, dice mientras se levanta a por papel de liar.
Cuatro chicos asoman la cabeza por la puerta del camerino. Se hacen llamar Comando PAM: La brigada catalana -así lo certifica el logo que llevan impreso en sus camisetas-. Abrazan a Guillermo y a Antón como si se conocieran de toda la vida. «Eran fans y ahora son colegas. Han ido a vernos a Valencia, Mallorca, Santander y Madrid. No se pierden un concierto», cuenta Antón.
-¿Qué significa 'Comando PAM'?
-Comando Pijos A Muerte- responde Julio, uno de los integrantes del comando.
-¿Estáis orgullosos de ser pijos?
-Claro. Tenemos un estilo de vida y un lenguaje propio. Los de la banda molan porque son como nosotros. Nos sentimos identificados -replica Juan, otro miembro del comando, que cuenta que Taburete lo peta en Viaró, su colegio, un centro del Opus Dei en Sant Cugat-. Pero a la mayoría no les han dejado venir porque son menores de edad.
Guillermo Bárcenas reconoce que son muchos -fans incluidos- los que les ven como una banda de niños bien, aunque reivindica que él sigue trabajando como monitor de campamentos y resalta que se han pasado la gira durmiendo -como han podido- dentro de la furgoneta con la que recorren España. «Había que ajustar el presupuesto», dice Willy. Y añade: «A lo único que le damos importancia es a la comida, nos gusta comer bien». Faltan 30 minutos para que abran las puertas del local, sigue lloviendo, y en el exterior la cola se ha quintuplicado. A pesar de la marabunta de chicas -el 90% de sus seguidores son chicas- no gritan. Mantienen la calma. Sin empujones. Aquí nadie se cuela. Observándolas, hay algo que llama especialmente nuestra atención, y no es que prácticamente todas lleven perlas. Es su belleza. Parecen elegidas de un casting. Cualquiera de las aquí presentes podría ser cabeza de lista por Ciudadanos en cualquier circunscripción. Algunas combinan el brazalete de oso de Tous con una pulsera de tela con la bandera de España. «Tenemos las fans más guapas del mundo», sentencia Willy.
-¿Ligas mucho?
-Sí, no te voy a mentir. Si sólo con tocar la guitarrilla ya tienes un poco de poder, imagínate si encima tocas, cantas y tienes un grupo que va tirando. El poder es máximo. No me puedo quejar [se ríe].
Willy Bárcenas es un seductor. Un pijo algo canalla -con alma de rockero- que habla de usted a sus colegas y a sus fans. «Ser rockero no te da licencia para ser un maleducado».
-¿Tu padre te ha visto en directo?
-Sí, ha venido a algún concierto. Y le encanta nuestra música. Mi padre es fan de Estopa y nosotros tenemos un rollito parecido.
-¿Qué dice de vuestro éxito?
-Está feliz porque me ve muy feliz. Sabe lo mucho que nos lo estamos currando. Esto está siendo un aprendizaje brutal. Piensa que nos lo hacemos todo nosotros.
Y cuando dice todo es todo. Se ocupan de negociar con las salas, de buscar patrocinadores, de gestionar el papeleo con la SGAE, de coordinar la logística de la gira... «Hemos aprendido a base de hostias. Al principio se aprovechaban de nuestra inexperiencia y firmábamos unas condiciones de mierda», cuenta Antón.
-¿Ahora podéis vivir de la música?
-Sí, ahora sí. Pero ten en cuenta que vivimos en casa de nuestros padres. Ahora que ya tenemos mánager y empezamos a ser un grupete de gente maja, estamos pensando en alquilarnos algo e ir a vivir todos juntos.
Guillermo Bárcenas reconoce que prefieren ir consolidándose poco a poco en vez de firmar por una compañía discográfica. «No tenemos prisa. Hemos dicho 'no' a todas las discográficas que se han puesto en contacto con nosotros. Queremos gestionar nuestra carrera sin que nadie nos marque pautas. El dinero no es prioritario. Si lo fuera, habría aceptado una oferta que me hicieron para concursar en Supervivientes. Era un pastizal, pero yo no quiero dinero. Quiero vivir de la música y hacer feliz a la gente».