Yann Tiersen
Estilo: Pop-rock/Indie
Yann Tiersen es un músico y compositor francés, uno de los principales exponentes del minimalismo. Saltó a la fama internacional en 2001 por su faceta de compositor de bandas sonoras. Ha compuesto la banda sonora de las películas Amélie, Good Bye, Lenin! y Tabarly.
Comenzó su carrera inspirándose en Joy Division y The Stooges, cogió la guitarra eléctrica y se adentró en el post-punk durante la segunda mitad de los 80. Fue el primer paso intrépido de una trayectoria que se ha ido alimentando y abrillantando a golpe de extravagancias melancólicas y que ha sabido destilar en una misma botella influencias de lo más variopinto, de la música callejera a la vanguardia, del minimalismo al rock, del vals a la chanson.
Al margen de tres bandas sonoras y de tres álbumes en directo, su discografía, inaugurada en 1995 con “La Valse des Monstres”, cuenta ya con otra docena de títulos. Los cuatro últimos que ha recopilado en “Kerber Complete”, publicadas en el sello Mute, son la muestra de que su viaje musical sigue igual de intrépido, viento en popa y a toda vela.
Se trata de un viaje musical íntimo y personal con el que Tiersen se resiste a caer en la rutina y apuesta por explorar su creatividad, sin perder de vista la esencia de su obra, pero tampoco, llegado el caso, y llega, rechazando adentrarse ningún sin miedo en el territorio de la música para clubes.
En 2024 emprende una gira por 15 ciudades titulada “Yann Tiersen: Solo Piano + Electronics” para presentar su colección de álbumes Kerber Complete, iniciada con “Kerber” (2021) y que después se ha ido expandiendo con “11 5 18 2 5 18” (2022), “Kerber (Remixes)” (2022) y "Kerber (Solo Piano)" (2023), adentrándose con el piano como llave en un mundo electrónico texturizado. La particularidad logística de esta gira es que Tiersen se desplazará de una ciudad a otra o bien utilizando su velero, bautizado como Ninnog, o bien en autocaravana. Y, además, siguiendo unas normas estrictas: ni utilizar autopistas ni hacer más de doscientas millas de recorrido al día (el equivalente a unos 320 kilómetros). El objetivo, establecer conexiones personales durante el viaje y conocer gente y lugares que son imposibles de visitar con las restricciones de las giras tradicionales.