Los mejores temas de amor de la historia del cine ¡en concierto!

Titanic

El guardaespaldas

Love Actually

Cinema Paradiso

Moulin Rouge

Pearl Harbor

Leyendas de Pasión

Ben-Hur

Memorias de una geisha

Star Wars

Lo que el viento se llevó

La La Land

Memorias de África

Desayuno con diamantes

Film Symphony Orchestra

Desde su fundación, que se remonta a 1991 en la República Checa, la Film Symphony Orchestra ha grabado música para más de cinco mil películas de todo el mundo. Pero su particularidad no sólo reside en esa enorme capacidad de trabajo, sino también en que es una orquesta que interpreta en directo piezas cinematográficas conocidas por casi todo el mundo. La música, subrayada por una puesta en escena impresionante, se transforma así en una auténtica aventura para todos los sentidos, no sólo para el oído.

Tan prolífica es la orquesta, que está dirigida por Constantino Martínez-Orts, que es capaz de llevar a los escenarios varios espectáculos al mismo tiempo. Sin ir más lejos, en el año 2023 está terminando la gira de Krypton, que pasa por Málaga en julio, tiene previsto representar Dracul en octubre, en el Auditorio Nacional de Madrid, y en febrero de 2024, en el mismo escenario, dará a conocer Hollylove.

Otra demostración de que esa orquesta no para nunca es que en septiembre de 2023 presenta su nueva gira, titulada Henko y que se anuncia como “la aventura musical que te transformará”. Sus promotores definen Henko como “una conmovedora experiencia inspirada en las mejores bandas sonoras de todos los tiempos, un emocionante viaje musical sin retorno y un homenaje a la valentía y al cambio interior”.

Sonarán allí temas que a estas alturas son del dominio público y que en su momento fueron parte importante de las bandas sonoras de films como Skyfall, del inconmensurable agente 007, de Indiana Jones y el templo maldito, de La Roca, de Desayuno con diamantes, de El Padrino o de otras películas dirigidas más al público infantil y juvenil, como Harry Potter y el cáliz de fuego, Pocahontas o Mulán.

Los números de la Fil Symphony Orchestra apabullan: en el escenario se reúnen unos noventa instrumentistas y cantantes, con lo que se da por descontado que allí toca una orquesta de verdad, no un simulacro para salir del paso. Y aunque el aspecto musical es obviamente lo más importante, se complementa con una muy cuidada puesta en escena y con un juego de luces que subraya la importancia de los temas que se escuchan, dándole el tono épico, relajado, sutil o íntimo cuando corresponda.