Sidecars son un trío (ampliable a veces) que aúna la tradición del buen pop rock en castellano con una admirable habilidad para fabricar melodías de alto valor comercial. Procedentes del barrio madrileño que vio nacer a grupos como Buenas Noches Rose, Le Punk, Pereza o los casi nacionalistas Alameda Dosoulna, Sidecars van como motos. A finales de 2017 se publicó ‘Cuestión de gravedad’, su quinto disco que se fue directamente al número 1 de iTunes y al tercer puesto de la lista oficial de ventas en España, mientras cerraban la tercera fecha consecutiva en la madrileña Riviera.

En este salto hacia adelante y sin retorno cabe señalar su anterior referencia 'Contra las cuerdas', donde resumieron en modo acústico sus diez años de vida con un registro en directo 'entre amigos' (Dani Martín, M Clan, Iván Ferreiro y Leiva) en la madrileña sala But. Un formato con sabor a madera que ha sido muy útil como palanca para carreras de otros artistas como Revólver, Antonio Vega y hasta Burning, que vieron refrescadas sus existencias con estos discos 'básicos'.

Juancho, Gerbass y Ruly (y sus habituales Matías Sorokin y Martín Laudecina) le dieron al pedal de arranque ya en 2008 con el homónimo 'Sidecars', tras un año de trabajo previo. 'Cremalleras' los asentó en el circuito del rock and roll ratonero y vivaracho, y con ese dandismo elegante (léase chulería 'del foro') tan propio de los madrileños 'gatos' por derecho histórico. Con 'Fuego Cruzado', el tercer álbum, entraron en contacto por fin con el legendario productor Nigel Walker, (Pink Floyd, Paul McCartney, Aerosmith, Mick Jagger, Jeff Beck, Joe Jackson, Elton John, Dire Straits, Cat Stevens, América, Tom Petty , Bob Dylan...) que se ha responsabilizado nuevamente también de su última entrega, que se anuncia como un disco conceptual, pero con las melodías pegadizas y estribillos cómplices de ese pop canalla y elegante marca de la casa.