HOLANOLA LAB FESTIVAL
COUNTRY/FOLK/JAZZ/POP

Holanola Lab-Fest es un festival itinerante en el que músicos de New Orleans, reunidos en una comunidad después del huracán Katrina, se incorporan a este laboratorio artístico para intercambiar sus trabajos y sus experiencias vitales con artistas y agentes culturales de nuestro país.

En su tercera edición, Holanola Lab-Fest, recorrerá las ciudades de Santiago de Compostela, Madrid y Ourense entre el 17 y el 28 de septiembre con una programación que incluye, además de los conciertos, charlas, encuentros y mucho más.

VIE 27 20:30 (20:00 puertas) y 22:30 (22:15 puertas)

SABINE MCCALLA (NUEVA ORLEANS, USA)

Sabine McCalla es una artista cuyos estilos musicales pueden describirse como atemporales, angelicales y evocadores. Con cada interpretación, McCalla parece pasar una página en un libro antiguo, añadiendo un nuevo verso al canon de la tradición popular. Su poesía lírica habla al alma, mientras que su agilidad musical abarca décadas de géneros, llevándote en un viaje a través de las profundidades de la experiencia humana. Ya sea a través del gospel, el blues o una canción pop, McCalla tiene la capacidad de derretir tu corazón con sus magníficas narraciones y melodías.

SAM DOORES (NUEVA ORLEANS, USA)

Sam Doores se curtió como trovador adolescente nacido en la zona de la bahía de San Francisco, antes de conseguir su primera oportunidad real con un concierto fijo en un pub irlandés de Nueva Orleans. En esa misma ciudad co-creó algunos de los himnos de conciencia social más llamativos de la última década con Hurray for the Riff Raff y realizó brillantes excursiones derivadas del folk y el country con su propia banda, The Deslondes. En 2020 publicó su primer álbum autotitulado, grabado principalmente en Berlín y lleno de ecos de todo tipo, desde Tin Pan Alley hasta las montañas del Mississippi, desde el jazz del Barrio Francés hasta el folk-rock psicodélico de California. Ha reunido y sigue reuniendo a innumerables músicos, ingenieros y productores gracias a su capacidad para ver cuándo diferentes talentos y habilidades pueden dar lugar a colaboraciones brillantes.

STEPH GREEN (NUEVA ORLEANS, USA

La música de Steph Green es para quienes se aficionan al arte de componer canciones, y describe un mundo solitario iluminado por la extrañeza y la belleza. Su sonido es una mezcla distintiva de indie pop, folk y garage rock, y sus letras revelan a una narradora conmovedora y cautivadora. El espíritu de independencia y experimentación caracteriza la forma en que Green aborda la música, y en todos sus álbumes desempeña las funciones de productora, ingeniera y multiinstrumentista. Su último álbum, Lore, es una serie de viñetas que sumergen al oyente en los sueños y pesadillas del Oeste. Es un mundo en el que lo natural y lo sobrenatural chocan, espíritus ululantes vagan por carreteras perdidas y murmuraciones de estorninos cambiantes se elevan sobre inquietos solitarios. Green produjo y grabó Lore en un carrete de 16 pistas, y la colección de relatos está envuelta por un sonido distintivo, de otro mundo, con una guitarra de acero llorona, un órgano aguado y capas vocales fantasmales que reverberan desde una dimensión distante. Ya a la venta en Mashed Potato Records, Lore es un homenaje áspero, inquietante y salvaje a un lugar real e imaginado.

CASEY JANE (NUEVA ORLEANS, USA)

Algunas voces transmiten algo más que palabras y melodías. Estas voces están impregnadas de los lugares que las formaron, y las canciones que crean son recipientes para la memoria y el paisaje. En las canciones de Casey Jane se oye el crujido del cuero de las sillas de montar y los pinos azotados por el viento que definen sus raíces en una pequeña ciudad de Oregón, pero también el pulso y el brillo de las calles de Nueva Orleans, su hogar desde hace más de una década. Aunque es más conocida por ser la otra mitad de los crooners de Luisiana The Lostines, el material en solitario de Casey se adentra en el terreno de la angustia y la determinación a través de su rico canto y la profunda honestidad de sus composiciones. Con la capacidad de llevar una melodía tan alta y clara como un arroyo de Wallowa Mountain y una tendencia a vadear a través de la oscuridad emocional y el fango más espeso que cualquier pantano, la de Casey Jane es una voz que vale la pena escuchar.