Es difícil enfrentarse a la trayectoria de Isabel Pantoja circunscribiéndose únicamente a su lado musical, porque su vida, azarosa como pocas, le ha hecho estar más presente en los medios de comunicación por su célebre viudedad, sus posteriores relaciones amorosas y hasta su ingreso en prisión que por sus discos o sus conciertos. Isabel Pantoja, La Pantoja, es un personaje en sí mismo, de eso no cabe duda.

Nacida en Sevilla en 1956 e hija de artistas, comenzó a cantar siendo una niña y editó su primer álbum, llamado como ella, cuando sólo tenía 18 años. Su poderoso estilo y su temperamento encima del escenario le hicieron muy pronto acreedora de los mejores calificativos y se inició también, casi desde que arrancó su trayectoria, una absurda rivalidad –entre aficionados más que entre artistas- con otras figuras de la copla, especialmente con Rocío Jurado.

Ha publicado 28 discos, de los que ha vendido más de treinta millones de copias, sobre todo en España pero también en prácticamente todos los países hispanoamericanos. En sus casi cuatro décadas en activo le ha dado tiempo a acercarse a otros géneros, como el pop, las sevillanas o la rumba, hasta el punto de que es obvio que el término “tonadillera” con el que muchos se han referido siempre a ella, se le queda corto.

En términos de venta, está claro que ‘Marinero de luces’ fue su éxito más rotundo. Con canciones que compuso para ella José Luis Perales, es un disco dedicado a la memoria del torero Francisco Rivera ‘Paquirri’, que presentó en directo por todo lo alto en el teatro Lope de Vega de Madrid, con presencia de la entonces reina Sofía y ofrecido por la televisión pública. Todo un acontecimiento. El disco, por cierto, despachó casi 1.300.000 unidades.

Después hizo sus pinitos en el cine, especialmente con la película ‘Yo soy esa’, de 1990, donde cantaba e interpretaba, y unió fuerzas con otros compositores de postín, como el mexicano Juan Gabriel, y siguió viviendo una luna de miel con el éxito que se prolongó hasta el año 2007, cuando fue implicada –y finalmente condenada- por su relación con un caso de corrupción urbanística en Marbella. Era la pareja del por entonces alcalde de la ciudad, Julián Muñoz.

Aunque es evidente que todo eso lastró su carrera y que en años posteriores se ha sabido más de ella por las revistas del corazón que por sus discos, el caso es que los ha seguido lanzando. En 2020 vio la luz ‘Canciones que me gustan’, un trabajo en formato libro CD que editó la compañía Altafonte y con el que, de forma más espaciada que antes, eso sí, ha seguido y sigue dando conciertos.