Ser hija de Lola Flores tiene su parte buena y su parte mala. Obviamente, la relación familiar con una de las mejores artistas españolas sobre un escenario -al margen de otras connotaciones, ese es un hecho difícil de refutar- va a abrir muchas puertas. Pero si lo que se muestra como la continuación de la saga no está a la altura, esas mismas puertas se cerrarán para siempre. Rosario pasó la dura prueba y, después de más de tres décadas en activo, sigue siendo una artista reputada, con prestigio en el gremio y con un buen caché cuando actúa en directo.

Dejando a un lado su maxi single de 1977 y su mini-LP de 1984, que ella misma reconoce que pasaron desapercibidos y que no destacan precisamente por su calidad musical, el inicio de su carrera podría fijarse en 1992, cuando toma la decisión de mezclar en un disco el flamenco que había mamado desde pequeña con otros ritmos como el funk o el pop. El resultado se llamó ‘De ley’, contenía temas que sonaron en todas partes como ‘Mi gato’ o ‘Sabor, sabor’ y vendió 300.000 copias.

Valiéndose sobre todo de canciones ajenas -algunas aportadas por su hermano Antonio- y secundada por una banda experimentada que comandaba el bajista Fernando Illán –responsable también del sonido por su condición de productor- Rosario Flores repitió fórmula dos años más tarde con ‘Siento’ y también vendió de lo lindo, unas 200.000 unidades. Su extensa y agotadora gira dejó a casi todos los que la vieron la sensación de que estaban ante un torbellino.

Sin querer compararse con su madre, incluso marcando distancias con ella porque sabía que lo contrario perjudicaría su carrera, se fue haciendo paulatinamente con ujn estilo propio y dejó entrar aires de reggae y bossa-nova -como en la versión de ‘Aquarela’ de Toquinho-  sin olvidar sus orígenes. Ya no sólo los de Lola sino también los de su progenitor y, junto a Peret, el mejor representante de la rumba catalana, el guitarrista Antonio González ‘El Pescaílla’, de quien rescató ‘La casa en el aire’ para su disco ‘Muchas flores’ en el año 2001.

Su carrera ha continuado siempre por la senda del éxito, colabora de forma habitual con otros artistas, como ha hecho en ‘Te lo digo todo y no te lo digo na’ (2023, Universal) con Amparo ‘Amparanoia’ Sánchez o Vanesa Martín, ha ganado tres premios Grammy Latino y se ha diversificado a otras facetas. Ha sido actriz en películas como ‘Hable con ella’, de Pedro Almodóvar, y es una presencia habitual en la pequeña pantalla por su intervención como jurado en el programa La Voz.