Hombres G

Hombres G
Hombres G

Hace ya cuarenta años que cuatro jóvenes madrileños formaron un grupo al que llamaron Hombres G en homenaje a la famosa película de cine negro que dirigió William Keighley y protagonizó James Cagney en 1935. Ficharon por una compañía independiente de vida efímera, Lollipop, y grabaron un par de temas en clave pop y con letras intrascendentes y simpáticas, ‘Venezia’ y ‘Marca tiene un marcapasos’.

Poco tardaron en dar el salto a una casa más grande y en 1985 publicaron su primer disco, llamado como ellos y precedido por el single ‘Devuélveme a mi chica’. Aunque para el caso, la canción también podría haberse llamado ‘Sufre, mamón’, que es como la conoce todo el mundo.

A partir de ahí, les llegó el Éxito con mayúsculas. Acumularon discos de oro, hicieron dos películas, revitalizaron el fenómeno de música para fans, provocaron lipotimias allá donde fueron, llenaron primero salas, después pabellones y más tarde estadios…

Los ochenta fueron suyos. Según los cálculos más optimistas, llegaron a vender más de veinte millones de discos, entre singles y elepés. Su fama se extendió a todos los países de Hispanoamérica y su imagen de chicos guapos pero con un puntito canalla continuó robando corazones.

Así siguieron las cosas hasta 1992. Hasta entonces, su fórmula había sido siempre la misma: pop para uso masivo. Pero ese año quisieron volverse algo más serios. Recurrieron a los servicios de Colin Farley como productor –no es un cualquiera, ya había trabajado con Nick Lowe o Elvis Costello, entre otros- y editaron ‘La historia del bikini’, que significó su primer fracaso después de un sinfín de triunfos.

Probablemente eso les hizo reflexionar y llegaron a la conclusión de que su tiempo, quizás, había pasado. Se separaron, aunque su cantante, bajista y líder, David Summers, continuó en solitario y grabó cuatro discos que tuvieron su peso. Los demás -Rafa y Gutiérrez y Daniel Mezquita a las guitarras y Javier Molina a la batería- colaboraron con otros músicos pero lo suyo tuvo mucha menos repercusión.

Diez años después, volvieron. Y siguieron contando con el respaldo del público, mayoritariamente formado por personas que les habían seguido desde el principio. A estas alturas ya han editado trece álbumes, siguen llenando recintos y, lo que parece más difícil en un grupo tan exitoso, mantienen su formación original.

Ahora, aprovechando el número redondo (40) se embarcan en una nueva gira en la que volverán a sonar unos temas que a estas alturas ya se han convertido en clásicos de la música en castellano. Su música, obviamente, no gusta a todo el mundo. Sonaron tanto que muchos los aborrecieron. Pero es importante que se destaque, para terminar, que Hombres G es un grupo muy respetado por músicos de todo pelaje. No se les conocen peleas con otros compañeros de profesión, lo que viene a refrendar que deben ser buenos chicos.