Olivia Rodrigo

Adaptarse o morir. Es la disyuntiva a la que deben enfrentarse, tarde o temprano, los actores y cantantes que triunfaron con producciones de grandes multinacionales. Olivia Rodrigo lo hizo en programas de televisión de Disney y podría haber acabado como uno más de los muchos juguetes rotos de la factoría, pero en 2023 triunfa con su segundo disco, ‘Guts’ (Geffen Records) y prepara una gira mundial.

Lo de esta cantante y actriz podría equipararse a lo de Taylor Swift, no sólo por su éxito sino porque las apariencias, en ambos casos, engañan. Olivia Rodrígo no es únicamente una intérprete de baladas, como demostró en High School Musical, sino que también puede ser rockera como la que más. Creció escuchando a The White Stripes, Green Day o Pearl Jam y asegura que St. Vincent es una de sus mayores influencias. Su lado más potente lo ha demostrado en sus dos discos, el ya citado ‘’Guts’ y su precedente, ‘Sour’, que llegó en 2021 de la mano también de Geffen.

Desde luego no es una cara bonita que canta lo que otros le escriben. Además de que tiene formación musical, toca la guitarra y los teclados y compone la mayoría de sus canciones. Tampoco tiene que pedir perdón por haber conseguido que su ‘Driven license’ generara 17 millones de reproducciones en Spotify en una semana. Lo suyo no es sólo suerte, sino también talento y trabajo.

Presencia habitual en los primeros puestos del Billboard estadounidense, Olivia Rodrigo va consolidando también su posición al otro lado del charco. Europa es un objetivo inaplazable para la artista nacida en Murrieta y criada en Los Ángeles. Su ascendencia latina le está ayudando a abrirse un hueco entre el público hispanoamericano y también en España. Y cada vez que se le recuerdan sus inicios, a lo mejor un poco ñoños, como actriz para público juvenil, siempre hay una radio o un aficionado dispuesto a poner algo suyo para demostrar que hay una rockera ahí dentro.  Si alguien tiene demasiados prejuicios como para darse cuenta, es su problema.