Florence and the Machine

Con poco más de una década de trayectoria y sólo cinco discos publicados, Florence + The Machine ha llegado a alcanzado la primera división de la música, y lo ha hecho con canciones en las que predomina una voz potente sobre un fondo sofisticado, a veces premeditadamente grandilocuente y oscuro, un poco a la manera de Lana del Rey pero más explícito, o a la de Kate Bush pero más potente. Aunque si le preguntan a ella por sus influencias, lo más probable es que mencione a PJ Harvey, Bjork o Siouxsie.

Hay quienes llaman a eso soft-rock. Otros lo definen como soul blanco o como pop de cámara. Pero en cualquier caso, la fórmula funciona: sus discos han llegado al número uno en Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia o Canadá y han vendido más de siete millones de copias. Que con la crisis que hay en el sector, es desde luego para tirar cohetes.

Florence Welch puso en marcha la maquinaria en 2007 acompañada por la teclista Isabella Summers, el guitarrista Robert Ackroyd y el multiinstrumentista Tom Monger. Con ellos y con otros músicos de acompañamiento grabó en 2009 su primer disco, ‘Lungs’, que fue una auténtica sensación en el Reino Unido. Allí se mantuvo 65 semanas consecutivas en las listas.

A su estela llegó en 2011 ‘Ceremonials’, que reincidió en la fórmula de su predecesor, fue también número 1 en el país natal de la formación, recibió de nuevo una nominación a los premios Grammy y consiguió meter la canción ‘Over the love’ en la banda sonora de la película El gran Gatsby.

Todo lo anterior quedó en mantillas cuando, en 2015, se publicó ‘How big, how blue, how beautiful’ (Island Records), que arrasó literalmente en medio mundo, y eso incluye países de habla no inglesa como Alemania, Suiza o Polonia. También alcanzó lo más alto, por primera vez, en las listas estadounidenses. La conquista del mundo se había confirmado con canciones como ‘Ship to wreck’ y lo único que les quedaba pendiente, y les sigue quedando, es ganar un Grammy.

‘High as hope’ (2018, Virgin) y Dance fever’ (2022, Polydor)  han mantenido en su lugar de privilegio a Florence + The Machine, que en toda su carrera se ha preocupado, por añadidura, de aportar un espectáculo de altura en directo. El grupo ha actuado en festivales celebérrimos de su país, como Reading o Glastonbury, o en el Primavera Sound de Barcelona. En esos escenarios han conseguido transportar la elegancia y distinción del sonido logrado en el estudio, cosa que no resulta nada fácil.