Panda Bear
- Panda Bear / Pop electrónico
Panda Bear
Noah Lennox pudo haberse lanzado al mundo de la música con su propio nombre, pero por alguna razón eligió el de Panda Bear. A lo mejor fue para seguir la broma que él mismo y otros compañeros hicieron años antes, al bautizar su proyecto musical como Animal Collective. Otros dicen que fue por su afición a dibujar pandas en las portadas de los discos caseros que hacía cuando empezaba.
El caso es que Panda Bear nació en Baltimore, creció y estudió en Pensilvania y en ese periodo escuchó sobre todo música electrónica, lo que más tarde influyó bastante para crear el sonido de los citados Animal Collective. Las actividades de esa banda las compaginó con sus ideas en solitario, que empezó a plasmar en forma de discos en 1998 con ‘Panda bear’.
Es un álbum en el que ya mostraba su gusto por un pop con más teclados que guitarras y con una estructura compleja. De ahí que hayan llamado a lo suyo pop barroco. Por cierto, su manera de cantar, aunque más suave, remite a un icono de ese supuesto movimiento: Stuart Murdoch, de Belle and Sebastian.
Lennox compaginó ambos proyectos -nunca ha dejado de hacerlo, en realidad- y, como músico en solitario, ha registrado siete discos. En ‘Reset’ (Domino Records, 2022), que firma a medias con Sonic Boom, alias de Peter Kember, un tipo inquieto e interesado siempre por buscar nuevos sonidos que tiene en su currículum a grupos como Spacemen 3. El álbum, por sus melodías y su aire onírico, podría recordar a las viejas tonadas de los Beach Boys, aunque obviamente puestas al día y con una instrumentación diferente.
El caso es que Panda Bear siempre intenta ofrecer algo diferente. Ese ‘Reset’ tiene poco o nada que ver con el disco que entregó tres años antes, ‘Buoy’, en el que predominaba un aire acústico. Y ‘Buoy’, a su vez, distaba bastante en cuanto a estilo a ‘Panda Bear meets the grim reaper’, que salió en 2015 y que apostaba más por las atmósferas envolventes que por las melodías directas. Su carrera, en resumen, da buena idea de que se trata de un personaje poliédrico y en constante movimiento, y eso es siempre de agradecer.