Mártires del Compás
Estilo: Mestizaje/Fusión
En otoño de 2015, para sorpresa de todos, el grupo sevillano Mártires del Compás volvía a los escenarios con la formación original y una gira que llamaron Hola y Adiós. El título hizo pensar a algunos que la reunión de Chico Ocaña con sus antiguos compañeros sería efímera, un visto y no visto, efectivamente, un hola y adiós. Afortunadamente para sus muchos seguidores, más de un año después, esa misma alineación de gala, Rocío Vázquez La Martiresa, el bajista Jesús Díaz, la guitarra flamenca de Manuel Soto Noly, la eléctrica de Julio Revilla, su gritarra, el cajón Billy de su inventor Alberto Álvarez y por supuesto la voz de Chico Ocaña, continúa en activo girando por todo el país.
Entre 1992 y 2007 los Mártires del Compás revolucionaron el mundo del flamenco con su soplo de aire fresco, renovador, callejero y hasta un punto gamberro e irreverente, y un sonido marcado por el cajón Billy, un invento propio a partir de unas modificaciones hechas en el cajón peruano.
En 1995 publican su debut, “Flamenco Billy” (CPS, 1995), y para conmemorar los veinte años de su publicación, volvieron en 2015 a la carretera. Antes, en 2007, unas diferencias que parecían irreconciliables, rompieron la banda en dos, por un lado Chico Ocaña, que continuó su carrera en solitario, y por otro el resto del grupo, que acabó optando por diversos proyectos.
Discusiones sobre el reparto de las recaudaciones de los directos con su compañía, el descontento con las fechas que les conseguía su representante y el desgaste propio de los crecientes roces personales se antojaban motivos de peso para que la ruptura del grupo se considerase por todas las partes definitiva. Ahora que han sabido aparcarlos y meterlos en un cajón, es hora de disfrutar del Flamenco Billy, ese estilo propio lleno de mezcolanzas, compás, potencia y frescura sonora, con una lírica acida, actual, surrealista y viva, que busca los sonidos ocultos que comparten el flamenco, el rock, el jazz.