Sofía

Sofía se presenta en solitario con singles tan rotundos como Decir adiós y El cielo blanco, con los que viaja de la pulsión kraut a la duermevela dream-pop. Por su tobogán de referencias podemos regocijarnos con los patrones synthpop 81’, las matemáticas Isao Tomita y un absurdo lírico que transpira misterio y costumbrismo surrealista. Magia slow-pop que acaba por rubricar la unicidad de un proyecto compuesto de canciones minimalistas y oníricas, también irónicas y a veces crudas; cápsulas de gel que, al morderlas, nos transportan a paisajes caseros a la vez que alucinógenos.

Sofia es la combinación de loops sencillos con una voz suave y tímida que, en seguida, se fortalece con su multiplicación progresiva en armonías bajo un fraseo contundente. Subyacen a estos elementos distorsiones y ambientes acompañados de rítmicas medias y rápidas de baja fidelidad.