Los grupos juveniles que en la historia ha habido han dejado por el camino muchos juguetes rotos y también artistas que después supieron ser listos, progresar y mantenerse en el candelero acumulando éxito tras éxito. Ricky Martin, que estuvo en Menudo, es un ejemplo de lo segundo. Robbie Williams, que militó en Take That, otro. Tan vivo está que acaba de iniciar una gira mundial que tendrá tres paradas en España: Fuengirola, Madrid y Santiago de Compostela. Eso ocurrirá en junio y julio de 2023.

El inglés, nacido en 1974, fue una de las voces cantantes del que probablemente ha sido el más conocido grupo de adolescentes y para adolescentes surgido en el Reino Unido. Take That tomaron por asalto las listas de éxito entre 1990 y 1996, año en el que Williams, por discrepancias por los demás y por sus propios problemas -adicciones, sobre todo- abandonó el barco.

Pero su carisma y su talento no iban a pasar a la historia. Ese mismo año comenzó una carrera en solitario en la que, sin abandonar las coordenadas del pop para uso masivo, abrazó también otros estilos como la música de baile y hasta el rap.

Ha sido un auténtico ídolo, sobre todo en su país, y ha vendido la friolera de 80 millones de álbumes y 15 millones de singles. Y hasta se permitió el lujo de reverdecer viejos laureles y reunirse fugazmente con sus antiguos compinches de Take That en 2010, en una operación entre lo musical y lo crematístico.

En 2022 ha editado su decimoséptimo disco en solitario, titulado “XXV” (Columbia Records), donde conmemora sus cinco lustros de trayectoria en solitario. Es un álbum que contiene grandes éxitos pero regrabados con arreglos orquestales y, en su edición de lujo, tres canciones inéditas.